La monja despejó abiertamente la incógnita sobre el elitismo del centro cuando, ampliado el espacio del colegio, explicó a La Voz de Galicia: "Los colegios para nuestros niños tienen que ser muy oreados, con mucha vegetación, con mucho espacio. El niño tiene que crecer distendido, no puede crecer a
"¿Cómo se atreve una señorita a hablar con una seriedad pasmosa sobre sexualidad y relaciones matrimoniales, cuando no ha visto, ni olido el amor sexuado, el beso, el abrazo, las broncas, las reconciliaciones, la locura apasionada donde vale todo porque uno/a no está para sermones?"
"...y apareció el cura pidiendo que saliera “fulanito”, y el tal fulanito se levanta del asiento y a gritos, en medio de la clase, le dice:¡no hace falta que me llame, ya se lo digo desde aquí: me la he “pelao” cuatro veces!” :-D
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